Quién eres, cómo eres, el trabajo que tienes, lo feliz que seas, no es más que la suma de tus hábitos, como puedes ver alejar los comportamientos ociosos e incorporar buenos hábitos es muy importante para ti, por eso en este artículo te contamos varias técnicas que puedes utilizar para crear hábitos que se mantengan y mejoren tu vida.

¿Es posible crear nuevos hábitos que se mantengan en tu vida?

Acoger nuevos hábitos no es una tarea que debas tomarte a la ligera, antes debes saber cómo funcionan y el método que debes utilizar al incluirlos en tu rutina diaria, si conoces esto y sigues al pie de la letra un método sencillo pero contante serás una persona nueva y con nuevos hábitos, por eso en este artículo te contamos el método que debes seguir y todo lo que tienes que saber para conseguir tus objetivos.

¿Cómo funcionan los hábitos?

 Para crear un nuevo hábito debes seguir un proceso que se divide en cuatro partes muy sencillas que son:

  • Estimulo.
  • Ansiedad.
  • Respuesta.
  • Recompensa.

Analizar los hábitos dividiéndolos en estas cuatro partes pueden ayudarte a comprender lo qué es un hábito, cómo funcionan y cómo los puedes mejorar, porque son los pasos que sigue tu cerebro una y otra vez al practicarlos.

Estímulos en los hábitos

Los estímulos son las señales que se encargan de activar tu cerebro cuando vas a iniciar un comportamiento, esto quiere decir que, a pesar de tener un millón de señales a tu alrededor, este se encarga de fijar su atención en las que más te llaman la atención y en donde con más frecuencia puedes obtener recompensas.

Ansiedad en los hábitos

La ansiedad o antojarnos es el segundo paso del ciclo de los hábitos, esta es la función motivadora para cada hábito. Es decir que, si no cuentas con la motivación o el deseo, si no tienes una intención de cambio, no vas a tener una razón para actuar. En otras palabras, lo que te genera ansiedad o deseo no es el hábito sino el cambio que este puede llegar a traer a tu vida.

Debemos tener presente que la ansiedad puede variar de un individuo a otro, porque un estimulo puede ser interpretado y desencadenar distintas respuestas dependiendo de la experiencia previa que tenga la persona con este, por ejemplo, si te encanta el chocolate no vas a tener las mismas respuestas y sensaciones que una persona a la que poco le gusta. En conclusión, los pensamientos, sentimientos y emociones del observador son los encargados de trasformar las señales de su entorno en deseos.

La respuesta en los hábitos

La respuesta se asocia con el hábito real que se realiza, esta puede transformarse en un pensamiento o acción. Que haya una respuesta depende de la motivación que tengas y de qué tan familiarizado estés con el nuevo comportamiento. Cabe destacar que si una acción necesita más esfuerzo mental o físico del que estás dispuesto a dar, nunca la realizarás.

Las respuestas también se asocian con tu nivel de habilidad. Parece sencillo, pero un hábito solo puede interiorizarse si tienes la capacidad para lograrlo, por ejemplo, si tu interés es realizar un nuevo hábito en donde es necesario tener una gran estatura y tú no la tienes, no vas a tener suerte para lograr tu objetivo cómodamente.

La recompensa en los hábitos

Luego de la respuesta sigue la recompensa, estas son el objetivo final de cualquier hábito, la recompensa siempre está implícita en cada etapa, es decir en la señal tratamos de darnos cuenta de la recompensa, la ansiedad la quiere, la respuesta intenta obtenerla. En fin, buscamos recompensas en todo momento porque cuentan con estos dos propósitos:

  • Nos satisfacen.
  • Nos enseñan.

Las recompensas nos satisfacen

En primer lugar, las recompensas tienen el propósito de satisfacer tu deseo. Así es, las recompensas brindan beneficios por sí mismas. Piensa en el hábito que quieres conseguir e imagínate todos los beneficios que podría llegar a traer para tu vida, en conclusión, las recompensas nos brindan satisfacción y alivio de los deseos.

 Con las recompensas aprendemos

Otro beneficio de las recompensas es que nos enseñan las acciones que vale la pena recordar en el futuro. La detección de las recompensas es un trabajo que realiza tu cerebro, porque a medida que interactúas con el mundo, tu sistema nervioso sensorial monitorea de forma continua las acciones que satisfacen tus deseos y que te generan placer. Por esta razón es que los sentimientos de placer y decepción hacen parte del mecanismo de retroalimentación que le ayuda al cerebro a distinguir cuáles son las acciones útiles e inútiles. En otras palabras, las recompensas se encargan de cerrar el ciclo de retroalimentación y completan el ciclo de los hábitos.

¿Es posible crear hábitos que se mantengan sin uno de estos pasos?

Si tu comportamiento es insuficiente en algún paso, no podrás llegar a tener un hábito. Piensa en estos casos:

  • Si eliminas la señal nunca vas a iniciar tu hábito.
  • Reduce el deseo y no tendrás la motivación suficiente para realizarlo.
  • Si no tienes una respuesta, no vas a poder hacerlo.
  • Cuando la recompensa no satisface tus deseos, no habrá alguna razón para actuar en el futuro o en el presente.

Para concluir, si tu nuevo hábito no cumple con los tres primeros pasos, no obtendrás un comportamiento y si este no cumple con los cuatro, no va a ser posible repetir la conducta que deseas.

En conclusión, la señal provoca un deseo, que a su vez motiva una respuesta, que luego proporciona una respuesta, que se encarga de satisfacer el deseo y, que por último está asociada con la señal. Al juntar estos cuatro pasos es posible formar un circuito de retroalimentación cerebral que te permite crear hábitos de forma automática.

División de los pasos para crear hábitos que se mantenga

Estos cuatro pasos se pueden dividir en dos fases para entender un poco mejor la creación de los hábitos, la primera fase es el problema y en la segunda está la solución. En la primera podemos encontrar la señal y la ansiedad, además es el momento en que nos damos cuenta de que hay que cambiar algo. En la fase de la solución se encuentra la respuesta y la recompensa, y es el momento en el que se toman medidas y se logra el cambio que necesitas.

¿Cómo crear hábitos que se mantengan y romper malos hábitos?

Lo único que tienes que hacer para crear un buen hábito es utilizar las cuatro partes que describimos en este artículo, además es muy importante que te centres en trabajar día a día, deja de lado tus objetivos o metas, porque una vez tengas la conducta adoptada en tu vida tendrás tiempo para centrarte en los objetivos y en evaluar tu progreso.

Recuerda que puedes comenzar utilizando las cuatro partes de esta forma:

  • Observa los estímulos que tienes a tu alrededor.
  • Genera el deseo para que tu nuevo hábito sea atractivo.
  • Para que tengas una respuesta, haz de tu nuevo hábito algo fácil.
  • Hazlo satisfactorio para que tengas una recompensa.

¿Cómo dejar un mal hábito?

Para romper un mal hábito te recomendamos invertir las partes como lo vamos a mostrar a continuación:

  • Consigue que tus estímulos sean invisibles.
  • Haz que sea poco o nada atractivo.
  • Piénsalo como algo difícil de hacer.
  • Haz que no tenga nada de satisfacción.

Esta es una forma que puedes utilizar para crear nuevos hábitos y que se mantengan, así que si te preguntas porque no puedes hacer lo que dices, la respuesta puede estar en alguna parte de los cuatro postulados que mencionamos en este artículo, entonces la clave para generar buenos hábitos que se mantengan está en entender cómo funcionas ante estas partes y generar de esto un conjunto que trabaje de forma armónica.

Si te interesa tener ayuda por parte de nuestros profesionales de Mejora hábitos, te invitamos para que nos dejes tus datos y uno de ellos se comunicará contigo para guiarte con nuestro método a crear los hábitos que siempre  deseaste sin sufrir en el intento.

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