Si eres de aquellas personas que siempre están corriendo en el último momento para entregar su trabajo o tareas, quiero decirte que no eres el único porque la mayoría de las personas siempre procrastinamos alguna tarea sin importar lo complicada o fácil, en este artículo te enseñaré qué es la procrastinación y algunas estrategias para que sepas cómo dejar de procrastinar.

¿Cómo funciona la procrastinación?

La procrastinación no es más que un mecanismo de defensa ante distintos tipos de emociones negativas, por esta razón es que nuestro cerebro siempre nos dirige a buscar otros estímulos como ver nuestro teléfono celular, fumar un cigarrillo o sencillamente ir a la nevera a comer algo, aunque no tengamos hambre. Todo esto sucede porque nuestro cerebro nos conduce a obtener una “recompensa” positiva con el fin de protegernos ante las situaciones que nos generan estrés o cualquier otra emoción negativa.

La conducta anterior es conocida como el ciclo de la procrastinación y se refuerza entre más suceda hasta el punto de que comiences a procrastinar de forma inconsciente ante ciertas tareas que te generen estrés o que sencillamente se te dificulten por alguna razón.

Principales causas de la procrastinación

A pesar de que la procrastinación es un mecanismo de defensa ante ciertas situaciones que nos generan malestar y que nos puede ocurrir a todos, la procrastinación crónica es un problema distinto que nos conduce a tener ciclos de procrastinación constantes y por esta razón debemos prestarle mucha atención. Algunas de las principales causas de la procrastinación crónica comienzan con las siguientes conductas.

  • Con el perfeccionismo.
  • Cuando tenemos miedo de fracasar.
  • Por miedo a ser criticados.
  • Cuando evitamos algún asunto importante.
  • Porque padecemos de baja autoestima.
  • Por una conducta autodestructiva.
  • Al sentirnos deprimidos.
  • Por problemas al intentar enfocarnos.
  • TDAH.
  • Porque hacemos lo que debemos en el último minuto.
  • Por aversión a algunas tareas.
  • Cuando nos resistimos a tener nuevos desafíos.
  • Por la fatiga de decisión.
  • Porque no sabemos definir nuestros objetivos.
  • Por no saber priorizar.
  • Porque no planificamos nuestras tareas.
  • Al desconectarnos con nuestro yo del futuro.
  • Porque agotamos nuestra fuerza de voluntad.

Entre todas estás las conductas más comunes entre los procrastinadores están el perfeccionismo, la evitación, la baja autoestima, las conductas autodestructivas, esperar hasta el último minuto, los problemas de concentración, la fatiga de decisión y la resistencia a tener nuevos desafíos.

¿Cómo dejar de procrastinar?

A continuación, te daré algunos consejos y actividades que puedes utilizar para que comiences a tener una estrategia acertada y dejes a un lado la procrastinación en tu vida.

Reconoce que eres un procrastinador

Cuando reconocemos lo que estamos haciendo mal es más fácil madurar antes ciertas situaciones de nuestra vida, además el reconocer nuestros errores nos brinda un buen mecanismo de autocrítica constructiva, todo esto nos deja una enseñanza positiva que nos aleja de tener conductas procrastinadoras en futuro.

Identifica lo que te hace procrastinar

En muchas ocasiones la procrastinación sucede sin que nos demos cuenta, pero esto ocurre con algún evento o emoción previa, identificarla es algo muy importante a la hora de comenzar a dejar de procrastinar, de este modo cuando sabemos lo que nos desenfoca nos es más fácil reflexionar y evitar desenfocarnos.

Deja de reflexionar sobre tus fracasos

Nuestras experiencias previas también son un factor desencadénate de la procrastinación, por esta razón antes de que comiences un nuevo proyecto olvídate de las experiencias pasadas, estas experiencias previas pueden hacer que se repitan los patrones de procrastinación y de este modo hacer que se perjudique el avance de tu nuevo trabajo.

El perfeccionismo no es una excusa para no terminar tus tareas

Los procrastinadores siempre encuentran una forma para justificar su demora para terminar lo que deben hacer. Una de las justificaciones más comunes es “soy perfeccionista”. A pesar de que te consideres perfeccionista o no, las investigaciones han demostrado que no hay una diferencia relevante en la forma como los demás perciben tu retraso. Es decir que, si eres un perfeccionista y retrasas lo que debes hacer no te excluirá del hecho de que no estás cumpliendo con tu trabajo.

Trabajar bajo presión no es la solución para terminar más pronto

No debemos tomar a los procrastinadores por perezosos. Con seguridad ocupan su tiempo en cosas distintas a las que en realidad deberían hacer. La afirmación de que trabajamos más y mejor si estamos bajo presión es otra de las afirmaciones favoritas de los procrastinadores, pero en realidad esto no es cierto. Las investigaciones de Joseph Ferrari sobre procrastinación descubrieron que a los que sometieron a restricciones de tiempo para terminar alguna tarea y que afirmaban tener un mejor desempeño bajo presión en realidad tenían resultados poco favorables al entregar sus deberes.

Divide tus tareas para que no te desenfoques   

Cuando realizamos tareas difíciles, si nos sentimos atascados, impotentes y que crece un sentimiento de incomodidad, debemos encontrar la mejor forma para atenderlo de inmediato.

Uno de los mejores consejos para abordar estos sentimientos es dividir las tareas complejas en partes pequeñas y alternarlas con otras más fáciles con el objetivo de tener una sensación de control. Es indispensable identificar y conocer los sentimientos por los que pasamos, además identifica los momentos en que te sucede para que te sea más fácil buscar una estrategia para bloquearlos sin dejar de ser productivo.

Deja de procrastinar evitando las distracciones

En la mayoría de las ocasiones cuando procrastinamos no somos conscientes de que nuestro lugar de trabajo cuenta con distintos distractores que de alguna u otra forma nos desenfoca, algunos de los principales distractores son:

  • El teléfono celular.
  • La televisión.
  • Distintos ruidos.
  • Asuntos personales que están pendientes.
  • La música, entre otros.

¿Cómo evito las distracciones?

Para evitar las distracciones analiza en tu espacio los distractores potenciales que te desenfocan y modifica tu ambiente cambiándolos por otros objetos que te ayuden a hacer lo que debes o quieres hacer.

Intenta planificar todo tu día

La planificación del día es una de las herramientas más útiles para conseguir terminar lo que comenzamos, te aconsejo que planifiques tu día desde la noche anterior, además intenta planificar hasta la tarea que consideras menos importante, de esta forma evitarás perder tiempo decidiendo lo que vas a hacer o que dejes a la mitad lo que debes o quieres hacer.

¿Cómo planificamos nuestros días?

Lo más importante para planificar nuestros días es pensar lo que hacemos en un día normal y que nos quitan tiempo y energía mientras analizamos cómo lo solucionamos, estas actividades pueden ser las siguientes:

  • La ropa que te vas a poner.
  • Los artículos que debes llevar en el próximo día.
  • Tu desayuno.
  • El cronograma de tus tareas.
  • Lo que vas a hacer cuando descanses.
  • Lo que vas a almorzar, entre otros.

La planificación no solo nos ayudará a estar más concentrados, sino que también nos ayudará a no dejar de hacer lo que debemos hacer durante el día.

Administra tu fuerza de voluntad para que puedas terminar lo que comienzas

Terminar nuestra fuerza de voluntad se traduce en fatiga de decisión, en otras palabras, nuestra fuerza de voluntad nos ayuda para tomar las decisiones en nuestro día o para hacer lo que debemos o queremos en el día, debes tener presente que según las investigaciones nuestra fuerza de voluntad es más activa en las primeras horas del día y se recarga después de un descanso o de comer algo.

Un consejo es ubicar las tareas más complejas, importantes o que bloquean a otras personas en las primeras horas del día, luego ubica las que tienen una importancia media y por último ubica las tareas operativas o que te demandan poca fuerza de voluntad, con estos consejos te aseguro que vas a dar grandes pasos para finalizar tus tareas sin que te sientas culpable, poco productivo, desmotivado, aburrido, etc.

Prioriza tus tareas

Las tareas también se pueden dividir para que te sea más fácil realizarlas, así que analiza su proceso y las partes que tiene para que las trabajes de forma alterna cuando te sientas estresado o aburrido, hacer esto te ayudará a enfocarte en tu trabajo y saber el orden que debes seguir, puede resultar algo obvio, pero en muchas ocasiones procrastinamos porque no sabemos cómo hacer algo y tampoco conocemos la secuencia de cómo se debe hacer.

Estos son algunos de los mejores consejos que puedes seguir si te interesa dejar de procrastinar, también puedes dejarme tus datos aquí para tener asistencia profesional con nuestro método para adoptar nuevos y mejores hábitos.