Son muchos los padres y estudiantes que tienen dificultades a la hora de estudiar, los hábitos de estudio no son algo que deba aterrorizarte, por el contrario, con una buena técnica podrás tener el que quieras y hacer que tus hijos estudien sin aburrirlos, sin necesidad de recompensas ni obligarlos.
¿Qué son los hábitos de estudio?
Los hábitos de estudio no son más que la rutina y el tiempo que dedicas a conocer sobre algún tema que te interesa, no todos podemos tener los mismos hábitos, por esta razón es importante el autoconocimiento y partiendo de esto enfocar tu rutina de estudio.
Lo que debes tener presente a la hora de incluir hábitos de estudio
Algo que debes tener presente es que no es lo mismo incluir hábitos de estudio en niños de colegio que en adolescentes o adultos que van a la universidad, en los primeros es más fácil utilizar técnicas que les enseñen todo un sistema de hábitos que al mismo tiempo los lleve a ser exitosos académicamente.
Por otra parte, los adolescentes y adultos ya cuentan con hábitos establecidos y distracciones frecuentes, como el uso de dispositivos electrónicos, que los pueden llevar a tener más dificultades a la hora de incluir un nuevo hábito, pero no te preocupes si este es tu caso, en este artículo te contaremos varias estrategias que puedes utilizar para conseguir el hábito que quieres o necesitas.
Guía para incluir hábitos de estudio
Las siguientes son algunas de nuestras mejores técnicas para incluir hábitos de estudio y tener éxito en el camino.
Analiza tu comportamiento
Antes de comenzar con un hábito de estudio te recomendamos que seas consciente de las conductas que se enfocan en conseguir tu objetivo y las que te sacan de sintonía, por lo general al iniciar un nuevo hábito son más las conductas que nos desenfocan y es muy importante conocerlas para saber qué es lo que en realidad debemos atender.
¿Cómo analizo mi comportamiento al incluir hábitos?
Una buena estrategia es hacer un listado de todo lo que haces en el día para de esta forma identificar cuáles son las conductas que te enfocan y las que no, para esto puedes resaltar con color verde las que te enfocan, con azul las conductas neutrales y con rojo las que te desenfocan, por ejemplo:
- Apago mi alarma tres veces.
- Me despierto.
- Utilizo mi celular por 30 minutos.
- Me levanto.
- Voy al baño.
- Tomo una ducha.
- Utilizo mis implementos de aseo personal.
- Me visto.
- Preparo mi desayuno.
- Desayuno viendo mi celular.
- Abro mi computador.
- Veo mi correo electrónico.
- Planifico lo que voy a estudiar.
- Comienzo mi rutina de estudio.
- Me distraigo con el celular, etc.
Esta técnica tiene el fin de mostrarte lo que haces en un día y qué tantos comportamientos se enfocan en hacerte conseguir tus objetivos y qué tantos no, después de esto serás más consciente de lo que haces y qué tendrías que comenzar a cambiar para tener un hábito de estudio exitoso.
Planifica lo que te interesa estudiar
La planificación es una técnica muy poderosa para que nuestro día fluya de la mejor forma.
¿pero estas seguro que utilizas la mejor hora del día para planificar?
Para planificar tu día lo mejor es hacerlo la noche anterior, pero no solo debes planificar lo que vas a estudiar, también es importante que planifiques hasta el más mínimo detalle que pueda ser planificado, por ejemplo:
- La hora en que te vas a levantar.
- La ropa que vas a utilizar.
- Lo que vas a desayunar.
- Los temas que quisieras estudiar.
- Las llamadas que debes hacer.
- Lo que vas a hacer en el tiempo de descanso.
- Lo que vas a almorzar, etc.
Entre más cosas puedas planificar en tu día más fluirá tu tiempo de estudio o lo que te propongas a hacer, pensar lo que vas a hacer es una tarea muy compleja que desgasta tu fuerza de voluntad y se asocia con una barrera para poder pasar a la siguiente tarea.
Administra tu fuerza de voluntad
Aunque no lo creas tu fuerza de voluntad del día se agota y cuando ya no tienes la suficiente padecerás de fatiga de decisión, esto quiere decir que al pasar el día luego de atender distintas tareas te va a ser más difícil decidir qué y cómo vas a atender las tareas de tu día.
¿Cómo administro mi fuerza de voluntad?
La mejor forma para administrar tu fuerza de voluntad y no desgastarla en tareas poco importantes es planificando tu día, dándole prioridad a las tareas de tu día que sean más importantes, de esta forma tendrás un día productivo en temas de estudio o cualquier otra tarea que te propongas a realizar y evitaras hacer todo en el último momento cuando ya no tienes ganas de hacer nada más que descansar, también evitaras sensaciones de frustración, rabia, etc.
Ten un espacio libre de distracciones
Tanto los niños como los adultos nos distraemos y más aún si no contamos con un hábito establecido de estudio, por esta razón es importante que identifiques si tu lugar de estudio tiene distractores como un televisor prendido, música que pueda distraerte, objetos, celular, etc.
También puedes acomodar tu espacio para fomentar los hábitos de estudio por ejemplo en el lugar del control de tu consola puedes dejar el libro que estás leyendo, cerca de tu sofá puedes dejar las revistas de investigación que te interesa leer, o en tu cuarto puedes dejar otros tipos de objetos que fomenten el estudio en vez de distraerte.
Aumenta los pasos para llegar a tus distracciones
Cuando es más difícil llegar a los objetos que te distraen o que no te encaminan a tener hábitos de estudio y pones a la mano los que te ayudan en tu propósito es más fácil conseguir los que queremos, guardar los objetos en un cajón o en un lugar donde te sea difícil verlos o cogerlos es una barrera que, aunque no lo creas sirve porque tu cerebro lo pierde de vista, analiza tu entorno y establece como prioridad los que tiene a su alcance.
Evita las recompensas
A pesar de que a muchos padres el uso de recompensas es algo que les funciona de maravilla para que sus hijos se comporten como quieren, deben saber que muchas investigaciones han asociado las recompensas con los castigos en el nivel de ser perjudiciales para los niños.
Lo que debes saber sobre las recompensas
Las conclusiones de un estudio que utilizó una bebida láctea fermentada para asociarla con recompensas encontraron que los premios son capaces de hacer que tanto los niños como los adultos dejen de lado su creatividad y el riesgo. Además, cuando añadimos una recompensa bien sea para tener hábitos de estudio o cualquier otra actividad es más fácil que creemos una relación de dependencia entre lo que debemos hacer y los premios, pero una vez desaparezca el premio perderemos todo el interés por estudiar o por cualquier otra conducta que nos interese crear.
Estas investigaciones también han demostrado que cuando realizamos una actividad esperando algo a cambio la tendencia es hacer las cosas lo más rápido posible y no tan bien hecha que cuando lo hacemos sin esperar nada a cambio.
Si eres de los padres que utiliza recompensas para incluir hábitos de estudio en tus hijos o contigo, analiza si esta es la personalidad que quieres crear, enfocada a las recompensas y no hacia el amor al conocimiento.
¿Cuándo y cómo utilizar recompensas?
En los hábitos de estudio la mejor recompensa es enfocarse en lo que estás aprendiendo y ver la capacidad que tienes para hacerlo, así que háblate a ti mismo resaltando hasta donde llegaste y lo que aprendiste, este también es un método de recompensa que puedes utilizar con tu hijo sin que se desenfoque.
Acuerda reglas de estudio
Por lo general, las reglas son difíciles de interiorizar, por esto es importante que al incluir hábitos de estudio se vea el aprendizaje cómo un todo, es decir que le digas a tu hijo que es importante estudiar porque aprenderá cosas nuevas, porque es una herramienta para afrontar distintas situaciones de su vida o profesión. Luego de entender el estudio como algo importante pueden acordar otros tipos de reglas flexibles para acercarlos o acercarte a tener un hábito de estudio como, por ejemplo:
- Los días es que deberías estudiar.
- Las horas de estudio a la semana.
- El lugar de estudio.
- Que tipos de distractores evitar.
- Los temas que nos interesa estudiar y en qué momentos.
- El tiempo de descanso.
- Qué hacer antes y después de estudiar, etc.
Cómo ves son reglas que se pueden ajustar dependiendo de tu ambiente, del nivel que tengas para estudiar y de tus intereses, si te interesa trabajarlo con tus hijos asegúrate de llegar a acuerdos con ellos para establecer las reglas, esto hará que se comprometan más y que también te ayuden a ajustar lo que sea necesario en vez de que lo vean como que tú eres quien impone lo que se debe hacer y cómo se debe hacer.
Enfócate en el día a día no el en objetivo
Algo que le sugerimos a nuestros pacientes es que tengan un objetivo, en este caso tener un hábito de estudio, pero que no se centren en el ni se visualicen cómo será una vez lo hayan logrado, por el contrario, los invitamos a tener un método de estudio diario que fluya, también a tener un plan para que cuando fallen puedan retomar su hábito lo más pronto posible, una vez tengas una rutina de trabajo diaria verás que no vas a poder dejar que pase el día sin hacer lo que te has propuesto.
¿Cómo puedo implementar mi propio método de estudio?
Si vas a iniciar desde cero, porque aún no tienes una rutina diaria o porque sencillamente vas a comenzar un nuevo plan académico y necesitas tener hábitos de estudio, lo más importante es comenzar de a poco, de preferencia hacerlo cuando tengas un buen nivel de fuerza de voluntad y si no planificar el momento y el lugar para hacerlo, esto dispondrá tu cerebro para que estudies.
¿Cómo inicio de a poco un hábito de estudio?
Algo que debes tener claro es que lo más importante es iniciar, así que al comienzo establece una rutina a la que no te puedas negar, por ejemplo:
- Leer dos páginas de un libro.
- Escribir 3 párrafos.
Lo importante es que no te puedas negar a hacerlo, al pasar el tiempo vas a ver que te será más fácil incrementar la carga académica, pero recuerda iniciar de acuerdo con la energía que tengas, divide tus tareas, descansa sin distraerte y sigue.
Estas son algunas de las estrategias que utilizamos en Mejora hábitos para incluir hábitos de estudio, recuerda analizar tus conductas diarias, planifica, administrar tu fuerza de voluntad, limpiar tu espacio de distracciones, evitar las recompensas, acordar reglas y enfocarte en el trabajo diario.
Si te interesa tener asesoría profesional para incluir nuevos hábitos, te invitamos a dejarnos tus datos aquí y uno de nuestros profesionales te contactará para contarte acerca de nuestro método y en cuánto tiempo podrás tener el ritmo que esperas.
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